Cada año, el 14 de febrero es una fecha importante en el calendario de los enamorados, ya que se celebra el amor en grande. Sin embargo, el principal tema de está celebración siempre ha sido el “amor romántico”, por eso, hoy les traemos un artículo en donde abarcaremos distintos puntos de vista, más allá de la idea romántica del amor.
El amor es universal y omnipresente a lo largo de la historia. La fuerza de este sentimiento ha servido para inspirar a lxs más grandes artistas a lo largo de todos los tiempos, por eso quisimos hacer este pequeño recopilatorio de artistxs mexicanxs que han hecho obras sobre el amor, recordando que no solo existe el amor hacia una pareja, también existe el amor propio, el familiar y la amistad.
Quisimos abarcar no solo artistas famosas como Frida Kahlo o Leonora Carrington, pues si bien sus obras son de reconocimiento mundial, hay mucho trabajo hecho en nuestro país que consideramos merecen tener más reconocimiento.
1.- El abrazo de amor de El universo, la tierra (México), Yo, Diego y el señor Xólotl (1949)
Comenzamos con algo de mucho valor simbólico. Es una obra de la pintora mexicana Frida Kahlo, hecha en 1949. La obra es citada como un ejemplo de la ambivalencia en el pensamiento de Frida, su relación fallida con la maternidad, la dependencia con Diego Rivera, así como una muestra de su identificación y mezcla con la cultura y la cosmogonía del México antiguo, particularmente en la creencia de lo dual en lo humano y lo divino: día/noche, frío/caliente, masculino/femenino.
Si bien se sabe que su relación con el muralista era bastante caótica, no hay duda de que vivieron su tiempo de romance apasionado, independientemente de lo perjudicial que se podría ver en la actualidad, estuvieron enamorados, al menos eso nos deja ver Kahlo en su obra.
- Ficha técnica:
- El abrazo de amor de El universo, la tierra (México), Yo, Diego y el señor Xólotl.
- Año: 1949.
- Autora: Frida Kahlo.
- Técnica: Óleo en tela montada sobre masonita.
- Estilo: Autorretrato, Arte naif.
- Tamaño: 70 centímetros × 60.5 centímetros.
- Localización: Colección privada Jacques y Natasha Gelman, Ciudad de México, México.
2.- Mujeres conciencia, 1973
“No tenía tiempo de ser la musa de nadie… estaba muy ocupada rebelándome en contra de mi familia y aprendiendo a ser artista“. –Leonora Carrington.
Nuestra segunda obra tiene la intención de hablar sobre el amor propio y la emancipación de la mujer. El surrealismo tuvo un auge muy importante a inicios de siglo XX en México y aquí hablaremos de una mujer que aunque no nació en nuestro país vivió e hizo obras muy importantes en el mismo: Leonora Carrington.
Ella concebía la emancipación de la mujer como un acto psíquico. La libertad a través del pensamiento, es así que atraída por los movimientos feministas de la época y movida por su propia disidencia política y sexual, Leonora diseñó un afiche para el Movimiento de liberación femenina en México en 1973 titulado Mujeres Conciencia donde las fuerzas cósmicas se arremolinan en un entorno vegetal anunciando una nueva era en la conciencia femenina.
Generalmente, los hombres surrealistas representaban a la mujer a través de desnudos, labios rojos o rostros de porcelana; intervenidos, mutados o fragmentados, pero claramente sensuales y voluptuosos. Por su parte, las hechiceras surrealistas como Varo y Carrington representaban la feminidad como experiencia, más que como arquetipo, despojándola de mitos o identidades pre-concebidas.
La historia del arte es testigo de la marginalidad de las mujeres, pero el carácter fuerte de Leonora Carrington va más allá del feminismo que reconoce que los hombres no son superiores a las mujeres.
Si los dioses existen, no creo que tengan forma humana: prefiero visualizar deidades con la apariencia de cebras, gatos o aves. El amor guía todas estas especies: solo el hombre hace del Mal una deidad con sus guerras, su puritanismo, sus opresiones contra su misma especie y la naturaleza que lo rodea. El hombre se cree el rey de la tierra porque ha tenido el poder de destruir plantas, animales y a sí mismo.
3.- Nostalgia, 1984
Instalada en el histórico malecón de Puerto Vallarta, esta obra fue creada por el escultor José Ramiz Barquet para simbolizar su amor y la historia de amor con su esposa Nelly Barquet.
Después de conocer a la mujer que amaba y luego de perderle la pista por 27 años, en un giro del destino se reencontraron y se casaron, un matrimonio que duró 33 años. Este es el lugar donde los amantes se sentaron mirando la obra de Dios y hablando de su “casi vida” juntos. Nostalgia es testimonio de una historia de amor en Puerto Vallarta entre el escultor y su esposa Nelly Galván-Duque Tamborrel, un amor que nació y perduró a través del tiempo y los eventos hasta convertirse en apasionada realidad. Una pareja sentada, juntos, mirando a la distancia hacia el pueblo, el mar, las montañas y la selva, disfrutando el momento juntos, enamorados; un amor que dura, en este caso con estos seres de metal, tal vez, para siempre.
- Ficha Técnica:
- Nostalgia
- Año: 1984
- Autor: José Ramiz Barquet
- Escultura de Bronce
- Tamaño: 1.5 toneladas y 3.5 metros de altura
4.- Mujer de la guerra, 1934.
Nos gustaría mencionar a una muralista bastante olvidada en el arte mexicano: Aurora Reyes poetisa y pintora mexicana, la primera mujer muralista. Vinculó siempre el arte con la lucha social y política, se le vio involucrada en diferentes movimientos culturales y políticos del país. Y pensarían que esto no está relacionado con el amor, sin embargo desmentiremos eso hablando de la mayor figura de amor que se puede ver a lo largo de la historia de la humanidad, la figura materna.
Si bien la pintura a continuación no es precisamente una madre abrazando a su criatura si es una representación de la lucha que sigue muy vigente en nuestros días. Aurora Reyes buscaba destacar el heroísmo de las madres anónimas con este mural, por todas aquellas que fueron madres aunque no sea de sangre, por todas aquellas que crían con amor, por todas aquellas que lucharon y luchan por que las infancias sean respetadas.
“Soy completamente primitiva y salvaje. Amo por encima de todo la libertad”. –Aurora Reyes
5.- Las travesuras del amor, 1871
Finalizaremos con esta obra de Manuel Ocaranza, artista de origen michoacano. La obra de Manuel Ocaranza fue de las primeras en las que se pueden ver reflejada la modernidad de finales del siglo XIX; debido a sus tendencias románticas al poner los sentimientos por encima de la razón. Se le considera un innovador al hacer del simbolismo una característica esencial de sus pinturas y es conocido por salir de los cánones clásicos y academicistas que aprendió en la Academia de San Carlos.
En esta pintura se pueden observar elementos que hacen alusión a un amorcillo o cupido: sus alas, las flores, el arco y las flechas, pero rompe con la representación academicista de este personaje al pintar las alas pequeñas y casi imperceptibles, además de representar la maldad y picardía del cupido, en lugar de la idea de pureza e inocencia que se tiene en esa etapa de la vida. La serpiente se encuentra fuertemente vinculada a los placeres sexuales y la tentación (a partir del establecimiento de la religión católica) y la lechuza suele estar relacionada popularmente con las brujas; el resto de objetos como los matraces, la flor y el mortero pueden hacer referencia a la hechicería.
Esto nos da a entender que el amor tiene muchas más caras que las de la inocencia, es impulsivo, deja una sensación de peligro pero al mismo tiempo de goce y aunque la pintura no es una escena de un beso o un abrazo quien mejor para la representación de un sentimiento descrito tantas veces como desenfrenado que el mismísimo Cupido.
- Ficha técnica:
- Las travesuras del amor
- Año: 1871
- Autor: Manuel Ocaranza
- Estilo: Romanticismo
- Tamaño: 142 cm x 100 cm de largo
- Locación: MUNAL (Museo Nacional de Arte)
Hasta aquí llegamos con nuestro recorrido a través de las manifestaciones del amor a través del arte. ¡Esperamos que les haya gustado este artículo, y que pasen un gran Día de San Valentín.
