DE MAYAS A PIRATAS Y CORSARIOS: SAN FRANCISCO DE ASÍS CAMPECHE, CAMPECHE. Parte 1.

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A veces, nos perdemos en la rutina del día a día, nos hundimos en las esferas de lo laboral, de la escuela, de nuestras amistades; damos por hecho que el presente y nuestra vida es infinita y que siempre estará ahí. No nos detenemos a descubrir, a sentir y vivir, aún cuando tenemos los paisajes al alcance de nuestras manos. México es un país que te brinda tantos y tan ricos atractivos, lugares, historias, gastronomía, espacios que parecen casi mágicos y que pocos se dan el tiempo de conocer.

En estas líneas, los llevaré en un recorrido a través de cada una de estas palabras, por rincones que nos ofrece la península maya, visitando la ciudad amurallada, catalogada como un área natural protegida; rica en cultura, en historia y en su naturaleza, una ciudad maya en tiempos precolombinos, y acechada por piratas y corsarios en tiempos de la colonia. Es Campeche, sin lugar a duda, una ciudad puerto rica en historia, en cultura, con personas llenas de calidez, con su gastronomía y variedad de lugares con parada obligatoria.

Calles coloridas de Campeche.

Con un clima tropical, con temperatura de 37°C y gran porcentaje de humedad, Campeche da la bienvenida a todo aquel con grandes intereses en la vida marítima, en su ecosistema y en su amplio patrimonio histórico. El estado de Campeche, con una extensión territorial de 57,484.9 km2, con una población de 928,363 habitantes y con sus 13 municipios, siendo su capital San Francisco de Campeche; junto a los estados de Quintana Roo y Yucatán, conforman la península maya.

Atardecer en Campeche.

Durante la época prehispánica, esta zona geográfica, formaba parte del área cultural maya, donde se desarrolló la cultura del mismo nombre, con distintas ciudades que durante la época del clásico y posclásico, fueron importantes centros urbanos, puntos de intercambio comercial y cultural, como Edzna, Santa Rosa Xtampak y consecutivamente Calakmul y Becán por mencionar algunos; y que en la actualidad, estos yacimientos arqueológicos, ya han sido intervenidos por estudiosos y académicos, abiertos al público, y otros, aún se encuentran en proceso de investigación y otros cientos más ocultos todavía.  

El inicio del Virreinato en estos territorios comenzó con las primeras excursiones en 1517, al mando de Francisco Hernández de Córdoba, sin embargo, su fundación como villa será hasta 1527, cuando el conquistador español Francisco de Montejo, con su hijo Francisco de Montejo “El Mozo”, su sobrino y otros españoles, emprendieron la conquista de Yucatán. Para el caso, del actual Campeche, Montejo envió a Alfonso de Ávila a Kim-Pech “lugar de serpientes y garrapatas”, encontrándolo semi despoblado porque sus habitantes habían huido hacia la selva a la llegada de los españoles. De Ávila, se dirigió a Champotón, donde fue recibido por los naturales, fundando San Pedro de Champotón en 1537. Después Francisco de Montejo se reunió con él en esta ciudad y juntos partieron a Kim Pech, donde Montejo fundó Salamanca de Campeche. Más tarde, Francisco “El Mozo” y otros que lo acompañaron, realizaron alianzas, sometieron cacicazgos y fundaron en Kim Pech la “Villa de San Francisco de Campeche”, en 1540.

Durante la época colonial, este pequeño pueblo pronto se convirtió en uno de los centros urbanos y puerto más importante de toda la América colonial. Formó parte de la Capitanía General de Yucatán, que después pasaría a llamarse Intendencia de Yucatán antes de la independencia de México. No obstante, ya en el México independiente, Campeche se conformó de manera jurídica el 19 de febrero de 1862, resultado de luchas políticas entre el gobierno de Yucatán con los habitantes de Campeche. A través de un decreto del presidente Benito Juárez, donde reconocía la nueva entidad federativa, con capital en San Francisco de Campeche; el decreto definitivo se expidió hasta el 29 de abril de 1863, un año después. 

Imagen de Campeche de 1911. / Autor: Miguel Martin Sierra Roca.

Ahora bien, ya adentrados en esta simplificada historia, desde su antecedente prehispánico hasta su conformación jurídica como estado campechano, continuamos con el prometido recorrido de los recintos que nos ofrece esta ciudad puerto y que tuvimos el placer y satisfacción de conocer, vivirlos e inmortalizarlos. Como mencionamos, esta ciudad colonial fue fundada por españoles, con un centro histórico ubicado a unos pasos de la costa con mareas que se adentran al Golfo de México, encontramos una traza rectangular, en la que ubicamos una catedral imponente, frente a ella una plaza, a los alrededores ubicamos con facilidad los edificios arquitectónicos que en otros tiempos fueron capillas, conventos, templos, aduanas, casonas de importantes personajes; todos ellos resguardados por las murallas y los imponentes baluartes.

Vista frontal de la catedral de Campeche.

Así pues, iniciemos con la actual iglesia catedral, dedicada a Nuestra Señora de la Purísima Concepción, con sus dos grandes torres: de nombres “La Española” -lado del mar- y “La Campechana” -lado de la tierra-. Este conjunto arquitectónico, cimentado encima de una plataforma elevada que tiene la función de protegerlo ante los imprevistos de la naturaleza y de la furia del mar, alberga la estructura de una sola nave de planta en forma de cruz, de estilo barroco y detalles en su fachada de arte neoclásicos. En su interior, se ubica un retablo o altar de los Santos, construido con materiales de mármol grisáceo y rosa -característico de la región-; con dos puertas de gran proporción al interior y una principal. Esta iglesia, fue elevada al rango de catedral en el año de 1895, por el Papa León XIII. 

Vista de la catedral de Campeche. / Autor: Miguel Martin Sierra Roca.

Una de las puertas inferiores ubicada a mano izquierda, nos lleva a un jardín interior y una capilla anexa a la catedral, dedicada a Jesús Nazareno, y que hoy resguarda el Museo de Arte Sacro de Campeche, entre sus colecciones, encontramos conjuntos labrados en plata, como el “El Santo Entierro”, estructurado de tres pisos, cada uno sostenido por ángeles y querubines, utilizado solamente en las celebraciones de semana santa. Frente al museo, se encuentra un pequeño cementerio con jardín, éste ya no esta en servicio, pero si abierto a visita del público. 

Santo Entierro.

Frente a la catedral nos encontramos con la plaza de la ciudad, que durante la época colonial llevo el nombre de “Plaza Mayor”, posteriormente como “Plaza de La Constitución”, modificando su nombre nuevamente por “Plaza de la Independencia”, mismo que mantiene al día de hoy. La plaza ha tenido varias modificaciones en el transcurso de las décadas, actualmente, se conforma de un kiosco muy amplio en el centro, bancas, árboles y un enrejado. Los habitantes resaltaron que la presentación actual de la plaza, es muy parecida, sino es que idéntica, a la de inicios del siglo XIX.

Plaza de la Independencia.

Recuerda querido lector, que al inicio mencionamos que permanecen hasta la fecha muchos templos y ex conventos, que mantienen la riqueza material y cultural de la región, los cuales, en la actualidad son museos, escuelas, oficinas, y otros siguen cumpliendo con su función de origen, como los templos. Aunque es importante mencionar que debido a la pandemia COVID-19, muchos de estos sitios, estuvieron cerrados o con horarios muy estrictos, mismo que se mantienen en la actualidad, además de que otros se mantienen cerrados para evitar hurtos. Sin embargos son sitios que merecen la pena y el tiempo de visitar.

La ciudad puerto de San Francisco de Campeche, fue muy rica y privilegiada, pero también asediada hasta el punto de sufrir ataques, incendios, rapiñas y saqueos por parte de piratas y corsarios. Por lo anterior, los templos no solo tenían la función de evangelización, sino también de defensa, uno de ellos es la iglesia de San Juan de Dios, concluida en la segunda mitad del siglo XVIII, albergaba a la orden de los Juaninos, atendían a los enfermos y marineros en su hospital junto al templo, – éste fue derribado en la década de los años 60 del siglo XX-; el 7 de julio de 1685, el templo y hospital sirvieron de resguardo a los habitantes de la villa, debido al ataque del pirata Laurent Graff, conocido también como “Lorencillo” quien ataco la villa, destruyendo e incendiando todo a su paso, fue uno de los ataques más severos que sufrió la ciudad.

Templo de San Juan de Dios.

La orden de los Jesuitas, fue otra orden que dejó para la posteridad un conjunto arquitectónico imponente y majestuoso, el ex templo de San José, de estilo barroco, de fachada con azulejos de estilo Talavera. Este templo es uno de los pocos que, en una de sus torres, en vez de tener un campanario, presenta un faro de luz.  Este edificio actualmente se utiliza como galería para eventos y exposiciones culturales, mientras que el edificio que anteriormente fue el colegio de los jesuitas, es ahora las instalaciones del Benemérito Instituto Campechano. Son de esos espacios donde se ve que el tiempo no pasa, que permite admirar la belleza natural y arquitectónica de la ciudad, que es fácil de apreciar desde sus torres; donde la luz juega con las paredes, dando una calidez y confortabilidad. 

Ex Templo de San José.

Esta ciudad puerto, alberga leyendas que transmiten los habitantes a todo aquel con interés de saber más del lugar donde está parado. De las leyendas más famosas, encontramos la del “Cristo Negro de Campeche” y para hablar de él, nos desplazaremos al Santuario del Cristo Negro de San Román, donde se venera a esta imagen, la leyenda nos narra que la venerada imagen del Cristo Negro fue traída desde Veracruz a Campeche, en un tiempo menor de 24 horas, por un mercader llamado Juan Cano de Coca Gaytán, quien lo adquirió en Europa, el milagro está en que el recorrido se realizó en tan poco tiempo, en plena temporada de ciclones, llegando sana y salva; ante esto la imagen comenzó a ser visitada, pidiéndole favores y milagros, que según muchos de los feligreses que platicaron con nosotros nos aseguraron que los ha cumplido. La construcción del templo se remonta al siglo XVI, al año de 1565 cuando comenzó a levantarse un santuario dedicado a San Román Mártir, concluyendo su construcción en los años 1570 a 1580. El templo se conforma de un coro, una nave y un presbiterio. 

Santuario del Cristo Negro de San Román.

Casonas elegantes de personajes ilustres, grandes mercaderes, etcétera, Campeche mantiene sus fachadas, llenas de color, de vida y con un aire colonial aún latente en cada calle, cuadra y barrio de la ciudad puerto, con sus majestuosas estatuas que resaltan oficios, personalidades de Campeche. Muchas de estas casas, son ahora museos, oficinas; otras, no han corrido la misma suerte, son casonas abandonadas o vendidas y derrumbadas para dar paso a nuevas tendencias arquitectónicas. Un ejemplo de combinación entre lo colonial y lo actual, es la famosa avenida 59, donde encontramos negocios destinados a la gastronomía, local, nacional e internacional; y que nos permite contemplar el oleaje del Golfo de México a través de la puerta del Mar, sus bellísimos atardeceres y la convivencia con los campechanos, siempre amables y atentos. 

Vista del Ex Templo de San José. / Autor: Miguel Martin Sierra Roca.

Hemos mencionado constantemente que la ciudad, era un importante puerto, con grandes riquezas llegadas desde distintos puntos del planeta, pero también el constante acecho de piratas, corsarios y bucaneros, por ende, la defensa y constante preparación militar era imprescindible y es claro notarlo a través de su arquitectura, de su traza, ubicación y acceso a la ciudad. Por lo tanto, las murallas, las baterías, los fuertes, los baluartes, los polvorines y las puertas de acceso a esta ciudad son un reflejo de estas constantes amenazas y enfrentamientos, donde miles de personas encontraban tragedias, enfermedades y muerte, pero esto, lo leeremos en la segunda parte de esta aventura. 

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