Templo de la Merced, Morelia.

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¿Qué tal Juglares? Caminando entre las calles de la siempre bella Morelia, recordé un templo al que iba de chico, y del cual tengo algunos recuerdos muy bonitos, por lo que me decidí a escribir un artículo sobre este bello pedacito de la ciudad. ¡Espero que les guste!

La historia comienza así… La orden militante de los mercedarios surgió en la España medieval, cuando la tensión entre cristianos y moros estaba en su máximo punto, sin embargo, fue hasta el siglo XVII que esta orden llegó a la ciudad de Valladolid.

Se instalaron en el poniente, en los límites de la ciudad para ese entonces, compraron un pequeño terreno, pero como era muy pequeño, el gobierno les regaló otros solares más para construir su templo, convento y una huerta.

La construcción se dio de manera lenta y paulatina, ya que los mercedarios no contaban con rentas o alguna administración que les diera ingresos, y se limitaban entonces, a las limosnas que recibían de los fieles, no se sabe cuándo se terminó el convento, pero el templo, según un periódico de la época, seguía construyéndose en 1736.

Templo de la Merced

Tiempo después, debido a las leyes de Reforma y las políticas anticlericales del Estado, el convento fue ocupado por el gobierno, convirtiéndose en caballerías durante 1858 y 1859. Al instaurarse el Imperio de Maximiliano, el convento pasó a convertirse en hospital para de nuevo funcionar como cuartel  con la restauración de la República.

Un personaje muy importante para la historia de este inmueble es sin duda el presbítero Don Teófanes López, quien compró el edificio, para convertirlo en un colegio para niños, que tuvo que suspender actividades con la Revolución Mexicana, sin embargo, al finalizar esta, no solo volvieron las actividades, sino que se remodeló el interior de la iglesia.

La portada principal de este templo está orientada al este, quedando el presbiterio al poniente, rompiéndose así la orientación tradicional de los templos vallisoletanos.

Portada del Templo de la Merced
Portada del Templo de la Merced

En la portada principal podemos observar en su parte inferior cuatro robustas estípites que se alzan sobre pedestales no terminados, todo el conjunto se encuentra exento del muro. En la puerta se pueden observar dos figuras de Santos importantes para la orden, uno es San Pedro Nolasco (Fundador de la orden) y el otro San Ramón Nonato. En la parte superior se observa el estilo barroco de la ciudad en el entablamento y en las pilastras tableradas del nicho.

La portada lateral se encuentra entre dos contrafuertes, consta de un arco de medio punto y dos pilastras estriadas que sostienen el entablamento, se puede ver además un escudo inconcluso de la orden de los mercedarios, el estilo manierista de transición se observa en esta portada, que además hace juego con la bella torre.

Vista lateral del Templo de la Merced

La torre consta de cuatro cuerpos, bien separados entre sí, un casquete semiesférico remata el conjunto, y sobre él hay una linternilla que sirve de base para la cruz que corona la iglesia.

Detalle de la Torre desde la vista lateral del templo.

Como el templo se fue construyendo a través de los años, de manera no muy constante, se puede entender porque consta de diferentes estilos arquitectónicos, mientras que la portada lateral resulta manierista, la fachada principal nos muestra un churrigueresco, mientras que la torre hace juego con la portada lateral en cuanto a sus simplicidad y armonía, la cúpula sobresale de la construcción por ser el elemento más rico del conjunto religioso.

Cúpula del templo
Cúpula del templo

El interior del templo guarda más parecido con los elementos barrocos de la fachada principal, principalmente por los arcos fajones y los arcos formeros, sin embargo al remodelarse el interior, se le colocaron retablos y columnas de estilo neoclásico, lo que le da cierta identidad a la construcción, entre los múltiples retablos que contiene, sobresale el de la Virgen de la Merced, custodia del templo.

Espero les haya gustado este breve recorrido por uno de los templos más pequeños de la ciudad, sin embrago, al igual que los demás, está lleno de arte en cada uno de sus detalles, lo que lo hace muy especial.

¡Cuéntame! ¿De qué lugar te gustaría conocer más? Quizá sea el próximo artículo que escriba. ¡Saludos a tod@s nuestr@s muy querid@s lectores!

César Tello Vieyra

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