Bocaneo y su fiesta en honor al Santísimo Sacramento.

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Bocaneo es un pequeño poblado reconocido por su exquisito pan, sobre todo el llamado “pan fallo” que desde las primeras horas del día es comercializado a Zinapécuaro y a los demás pueblos vecinos. Se dice que las recetas de estos deliciosos panes se las llevó la familia Silva para Acámbaro en donde posteriormente tendrían variantes dichas recetas. Esta agradable comunidad de origen otomí se encuentra a tan solo cuarenta minutos de la ciudad de Morelia y a un costado de Zinapécuaro de Figueroa, su cabecera municipal, sobresalen de los paisajes sus huertas de guayabas y sus amplios campos de tierras fértiles, paisaje dominado hacía el horizonte por la presa Malpaís de Queréndaro.

Panorámica de Bocaneo donde abundan los árboles de deliciosas guayabas.

Fue un 5 de noviembre de 1948 cuando la gente de Bocaneo con mucho entusiasmo acudió al paraje conocido como “La presa” para recibir la llegada del Santísimo Sacramento con el Presbítero Emeterio Reyes y de ahí el cortejo se dirigió por “El potrero” entre confeti y flores bajaron por la calle de Melesio Ugarte hasta llegar a la entonces capilla de San Pedro Apóstol que por su interesante fachada la podemos datar del siglo XVIII, misma que está custodiada por una hermosa cruz de piedra de 1727 que recuerda la traición que Judas Iscariote hizo a Jesucristo a cambio de treinta monedas que caen de un pequeño morral. En uno de los costados de la cruz está una palma que nos remite al Domingo de Ramos con la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, siendo alusiva la palma al triunfo de los reyes, debajo de la palma figura un cáliz y la lanza del soldado romano Longinos. El martillo, las tenazas con las que retiraron los clavos del cuerpo de Jesús en la cruz, la caña de las burlas, la corona de espinas, entre otros elementos de la Pasión también se encuentran presentes en esta cruz, todo bajo relieves. 

Cruz atrial de la primera mitad del siglo XVIII. Se aprecian las 30 monedas de la traición.

La construcción de la actual Parroquia de Bocaneo se remonta al siglo XVI, como había comentado, era una capilla anteriormente que debió ser fundada por los frailes franciscanos del convento de San Pedro y San Pablo de Zinapécuaro, misma que fue sustituida por el actual edificio, que claramente por el tipo de columnas que tiene, de estilo barroco tablerado nos remite al siglo XVIII. En el libro del Cura Ramón López Lara titulado Zinapécuaro tres épocas de una parroquia menciona que Bocaneo pertenecía en lo religioso a Indaparapeo en los siglos XVII y XVIII, y fue hasta el año de 1761 que por órdenes del Obispo Pedro Anselmo Sánchez de Tagle pasó a formar parte de la Parroquia de San Pedro y San Pablo de Zinapécuaro.

La torre, los retablos neoclásicos y la capilla adjunta al templo fueron mandados hacer por el Cura y benefactor Juan Bautista Figueroa a quien se le recuerda con gratitud y cariño por las numerosas obras materiales y espirituales que hizo en toda la comarca. La torre se hizo de dos cuerpos con su remate y cruz de piedra, mientras que en la capilla se mandó pintar en 1813 una imagen del Divino rostro de Jesucristo por devoción de don Carlos Rivera, y a raíz de ello el Obispo Juan Cayetano de Portugal concedió cuarenta días de indulgencias a quienes rezaran a la citada imagen, siendo de importancia junto con la imagen de bulto de San Pedro Apóstol claramente del periodo barroco, la única sobreviviente lamentablemente y un cristo de madera conocido como “el Señor del Perdón” también de la época novohispana.

San Pedro Apóstol, imagen de bulto probablemente del siglo XVIII.

En 1872 el obispo de Michoacán en turno otorgó una licencia para exponer al Santísimo Sacramento, y dos años después se dio licencia para celebrar misa todos los días, pero hasta el momento no se sabe cuándo fue retirado del templo el sagrado depósito de la eucaristía, por lo que el 5 de noviembre de 1948 cuando regresó a Bocaneo dio motivo a que sus pobladores festejaran con alegría y agradecimiento cada año dicho evento hasta el día de hoy. Para 1952 la capilla de Bocaneo fue erigida como capellanía y hasta 1975 se separó definitivamente del templo de San Pedro y San Pablo de Zinapécuaro para tener el rango de parroquia estando a cargo de ella por 20 años el Cura Ismael Ponce.

Días previos a la fiesta del Santísimo Sacramento, las familias preparan con mucho entusiasmo los adornos que irán puestos en las fachadas de sus casas, los que colgarán entre las calles, los que decorarán las “posas” (descansos) y también los que harán lucir dentro del templo, sobre todo las cortinas.  En un principio los adornos eran sencillos con carrizos que eran las hojas que se utilizan para envolver las corundas, ramas de huizache con hojas de papel de colores, hojas de mastranto para el piso, flores de la milpa amarillas, papel china, canastas de papel o bien, sacaban las macetas de los corredores de las casas. Ahora los adornos son muy laboriosos y también se usan los que andan de moda en el momento. Las calles se repletan de un gran colorido, cortinas metálicas, flores de fomi, papel crepé, papel china, papel metálico, moños, siluetas de la luna, estrellas, uvas, ramas, alfombras de aserrín pintado, entre muchos otros adornos dan muestra de la creatividad que tienen los moradores de Bocaneo al igual que el amor que le profesan al Santísimo.

Preparando los adornos en la calle Nacional.
Con adornos muy vistosos y alfombras de aserrín, las calles de Bocaneo reciben la procesión con el Santísimo Sacramento

El Santísimo Sacramento sale del templo de San Pedro Apóstol para bendecir a las calles y a las familias del pueblo, mencionan las personas, ya que para ellos es de gran importancia ya que Cristo está presente en la hostia consagrada, su cuerpo, la sangre, el alma y su divinidad, por lo que una multitud lo acompañan en el recorrido junto con el sacerdote mientras que otras personas lo esperan afuera de sus hogares, es digno de destacar que muchos niños están presentes en el recorrido en donde sus padres y abuelos desde niños les inculcan e involucran ser partícipes de esta bella tradición que además de la parte festiva representada por la elaboración de los ornamentos, la música de la banda, la pirotecnia, está principalmente la parte espiritual.

El primer barrio que recorre el Santísimo es el conocido como “El Abrojal” para dirigirse después al barrio del “Madroño” y de ahí pasa al barrio de “La Cruz”, después al “Bañito”, para pasar al centro con el “Barrio Real” para culminar en el barrio de “La Palma” y la calle de Los Álamos hasta llegar nuevamente al templo en medio de quema de fuegos pirotécnicos, la alegría de la banda de viento y el solemne repicar de campanas y esquilas dan la bienvenida al Santísimo.

La familia Pedraza Ramírez desde el año 2013 se han encargado de adornar el templo de San Pedro Apóstol, anteriormente Erminia Martínez hacía dicha labor.

Al finalizar el recorrido, se puede degustar en la plaza del pueblo una gran variedad de antojitos tradicionales después de dar gracias en el templo por los favores recibidos al creador, siendo una de las principales fiestas de Bocaneo que nos invitan a conocer sus tradiciones y sus atractivos con los que cuenta, sin poder faltar acudir a las primeras horas del día a la panadería que está junto a la plaza para poder saborear ese rico pan que sale de los hornos de leña que desde la época novohispana le dio la fama a este apacible poblado michoacano. 

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